Es uno de los más grandes y famosos parques nacionales de Tanzania. Considerado Patrimonio de la Humanidad desde 1981.

Está situado entre las tierras altas del Ngorongoro, el lago Victoria y el Masai Mara en Kenia. Fue bautizado por los Masai como Siringeti, que significa “llanura sin fin” debido a su espectacular paisaje: una inmensa sabana, sin árboles, que parece realmente “no tener fin”.

Tienes la sensación de que te encuentras en medio de un océano infinito, un océano salpicado en alguna ocasión de kopjes, formaciones graníticas, algunas de ellas las rocas más antiguas de la tierra.

Uno de sus mayores atractivos es la “Gran Migración” de ñus y cebras, que cuando terminan las lluvias y empieza la época seca, se reúnen para migrar hacia el norte y el oeste en busca de alimento. Durante el mes de febrero, época de reproducción de los ñus, nacen más de 8.000 ñus al día de los cuales un 40% muere antes de cumplir los 4 meses. El tiempo exacto y la ruta de la migración son imprevisibles, asi se necesitan un mínimo de 3 días para estar seguro de poder verlos.

Si entráis en el parque por “Naabi Hill gate” (viniendo desde Arusha) mientras los guías pagan las tasas de entrada, coged el sendero que hay detrás de la caseta y subid a un pequeño montículo donde dispondréis de una formidable vista del parque.

En general, podemos observar desde las llanuras de hierba corta hasta las altas hierbas del sur. La sabana salpicada de acacias en el centro, las montañas en el norte y el bosque en el oeste cerca del lago Victoria